El arranque de la mañana, entre prisas y mochilas, puede convertirse en un pequeño caos. Pero justo ahí, entre el vaso de leche medio bebido y la búsqueda del zapato perdido, tenemos una oportunidad: regalarle al niño un momento que le recuerde lo capaz y valioso que es.No hacen falta grandes discursos ni manuales de psicología. A veces, con cinco minutos de juego sencillo, se consigue que los niños crucen la puerta del cole con la cabeza alta y una sonrisa.
Juego 1: El espejo del poder
Antes de salir, párate con tu hijo frente al espejo. Haced juntos una cara graciosa —lengua fuera, ojos bizcos— y después que diga una frase en voz alta: “Hoy puedo con todo” o “Soy fuerte y divertido”. Parece una tontería, pero ver su reflejo mientras lo dice le cambia la expresión al instante.
Juego 2: La mochila mágica
Juego 3: El aplauso secreto
Juego 4: La carrera de risas
Juego 5: Historias de héroes de un minuto
Pequeños juegos, gran confianza
Estos juegos no requieren nada más que ganas y un poco de imaginación. Lo importante no es que se hagan perfectos ni todos los días, sino que el niño sepa que cuenta contigo, que le ves y le valoras.
“Al final, esos cinco minutos se convierten en un abrazo invisible que lo acompaña durante toda la mañana.”





