La vida da giros sorprendentes. Una joven obstetra recién titulada, Leah Hobson, acaba de conseguir empleo en el mismo hospital donde nació, y además comparte turno con la obstetra que la visitó en sus primeras semanas de vida.
El reencuentro más inesperado
Leah nació en 2004 en el hospital Dr Gray’s de Elgin, Escocia, y fue atendida en casa por la obstetra Carol Bennett, quien recuerda aquellos días porque la madre de Leah tardó más de dos meses en elegir su nombre.
“Llegábamos con sugerencias de nombres, nos reíamos mucho con la familia. Era un vínculo especial”, contó Carol, que aún conserva la anécdota con cariño.
Hoy, 21 años después, ambas trabajan codo a codo en el mismo centro hospitalario tras un plan de contratación destinado a reforzar el servicio de maternidad en la zona.
De “Pinkie” a obstetra
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Durante semanas, la pequeña Leah fue llamada cariñosamente Pinkie hasta que finalmente su madre se decidió por el nombre que hoy la acompaña.
“Me gusta mi nombre, creo que eligió bien”, comenta Leah entre risas, recordando que incluso las profesionales de salud de la época compartieron aquella espera.
Una vocación temprana
Leah asegura que desde niña supo que quería ser obstetra. La llegada de su sobrina cuando tenía nueve años y de su sobrino a los once reforzaron esa decisión.
“Me fascinaba ver que una barriga era en realidad un bebé a punto de nacer. Fue mágico”, recuerda.
Tras estudiar en la Universidad Robert Gordon de Aberdeen, comenzó a trabajar en abril en el hospital donde nació. “Mi primer día fue surrealista. Pensar que nací aquí y ahora atiendo partos en el mismo lugar es muy especial”.
Un servicio que se recupera
El hospital Dr Gray’s había visto reducidos sus servicios de maternidad desde 2018 por falta de personal. Sin embargo, con la reciente campaña de contrataciones se han retomado procedimientos importantes, como cesáreas programadas, que no se realizaban desde hacía casi siete años.
El objetivo del NHS Grampian es que para 2026 el hospital cuente con un servicio de maternidad completo y liderado por especialistas, algo que beneficiará enormemente a las familias de Moray.
Leah, por su parte, tiene claro que quiere continuar en su tierra natal:
“Cuando llegue el momento, me encantaría tener a mi bebé aquí. Es mi casa y quiero seguir creciendo con este servicio que tanto significa para la comunidad.”
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🍼 Un círculo que se cierra
La historia de Leah y Carol no sólo emociona por lo personal, sino que simboliza la importancia de mantener y reforzar los servicios de maternidad en comunidades pequeñas. Un nacimiento, una vida, muchas huellas.
Fuente: artículo “I work in the maternity unit where I was born – with the midwife who cared for me”, BBC News. Información visual e histórico recogido de ese texto.
“Donde nací, donde curo; donde fui cuidado, también cuido.”
